NAIALMA DE ALBERTO VILAS (RESEÑA DE RUBÉN REINALDO)

La música profesional necesita del aprecio y la consideración mutua entre compañeros para poder crecer profundamente, en realidad así ha ocurrido siempre a lo largo de los siglos, a pesar de que por desgracia se recuerden más a veces las rivalidades y los conflictos a nivel anécdota, el poso auténtico en el arte siempre lo ha dejado el respeto y la admiración. A veces pasa, que uno se topa con ella a través de ciertos paralelismos musicales en trabajos coetáneos. Esto es precisamente lo que me ha pasado a mí con "Naialma", una obra excepcional de mi querido colega Alberto Vilas que hoy quiero recomendarle a todo el mundo.


Hay una cercanía de concepto muy hermosa entre "Acuarel", el álbum a dúo de guitarras que he grabado junto a mi gran compañero Kely García, y este bello trabajo del maestro Vilas al piano. 


Un sentimiento y un gusto común por el empleo del rubato en el tempo con una finalidad puramente expresiva, por las líneas melódicas contrapuntísticas suaves y definidas, por el equilibrio tonal y modal con exposiciones sobrias que se vuelven complejas a lo largo de la pieza fluyendo naturalmente, por la fusión de elementos clásicos y contemporáneos, por la dinámica viva, realista y visceral, por una grabación y una edición cuidadas y desmarcadas de lo tradicional, por un concepto global de obra que si bien es completamente diferente, conserva la misma finalidad completa, entregar al oyente un desarrollo sonoro en el que perderse, en el que quedarse atrapado, en el que refugiarse, y en el que sentir algo más que un mero conjunto de piezas. Un mensaje sonoro.


Cada una de las 12 piezas que forman esta obra tiene perfecto sentido en ella, un disco que avanza y se siente como un libro, porque permite saborearlo al ritmo que uno desee, debido a un maravilloso tempo ad libitum en momentos climáticos fabulosos que deja volar la imaginación libremente como si de una obra literaria insigne se tratase. Precisamente "A arte de voar" es una de mis piezas favoritas por esta razón.


"Tema de Nora" tiene un color post-romántico y una naturaleza fresca y neoclásica extraordinaria, y "Me diste un mundo" es la forma más rápida de entender la esencia bellísima de este disco, en apenas algo más de dos minutos dice todo lo que tiene que decir una obra de arte.


Mi más sincera enhorabuena a Alberto Vilas por este trabajo. De guitarrista a pianista, de reciente álbum a dúo a reciente trabajo solista, de Vigo a Redondela y sobre todo, de músico a músico con todo cariño y respeto. 


Consigan y disfruten este trabajo por favor, no se arrepentirán.